miércoles, marzo 15, 2006

¡¡Llegan las super Fiestukis megaguachis!!


¡Ya me ha llegado! Puedo sentirme feliz, incluso diría que plenamente realizado como hombre y miembro en ejercicio de la especie humana. Al fin he abierto mi correo y he encontrado esa invitación maravillosa a formar parte del gran macroevento que sera el super botelleo del 17 de marzo en Murcia. Sí, sí, botelleo: no me dejo avasallar por los modismos mediáticos que pretenden allanar nuestro idioma nacional – murciano (hoy me he levantado separatista, mira tu por donde). Ese botelleo que demostrará hasta que punto esta normalizada nuestra relación con el resto de la mesa de ping-pong de aglomerado que es nuestra España, o nuestras Españas, como se quiera. Tenemos que demostrar... eso dice el correo, y yo me adhiero, que somos igual que en Sevilla, Madrid o dondequiera que se realicen estas fiestas ludo-etílicas. Que nuestros hígados están tan castigados como los de cualquier otro españolito. Se ha acabado, no somos nunca más esos provincianos que miran de lejos, con mezcla de estupor y desprecio, las costumbres de las grandes capitales. Y esos políticos, que nos miran de reojo... ¡que se unan! Si sobrios dicen lo que dicen, borrachos deben estar graciosísimos. Eso es lo que ocurre: demasiada crispación y pocos macrobotelleos. Así va el mundo, claro, la gente se aburre y pasa lo que pasa. Queman embajadas en Teheran, coches en Paris, asaltan prisiones en Jericó... Amigos míos, más botelleos y menos violencia, unamos nuestros corazones en un canto de fraternidad. Que la sangre que mancha nuestras manos, porque lo peor de ser humano en este mundo de hoy es que nadie es inocente, se convierta en ron derramado en un ataque de compañerismo (aunque suele derramarse en patéticos intentos de ligoteo, pero pretendo que esto quede en algo positivo que no asuste a las presas... chicas... eso). Finalmente, queridos camaradas, hermanos... ¡¡ciudadanos de Roma, no he venido ha enterrar la fiesta sino a ensalzarla!!

Nota del Autor: Cualquier expresión políticamente incorrecta ha sido vertida como ofrenda sacrifical en el altar del buen humor, puede que algun concepto políticamente correcto haya sufrido una cruel tortura faltando a todo pundonor pero... en fin, estoy desequilibrado. ¡¡Sed felices!!

Duda estúpida de ultima hora: ¿sacrifical es una palabra, o el ultimo de mis delirios lingüísticos?