martes, septiembre 02, 2008

Teresina, "la Malagueña"


Salgo de mi natural ostracismo, retiro político, descanso del guerrero… ¡Oh lá lá!, que diría un francés. Pero un francés de los decentes, no de esos que se casan con modelos, dirigen un país y lo arreglan todo cogiendo el avión, con cargo a los presupuestos, para bajar en plan heroe como Harrison Ford Mondeo en “Air Force One” ( que como todo buen traductor sabe significa “El Avión del Presidente”). ¿Por qué he abandonado mi silencio, no por autoimpuesto menos merecido? Ah, amigos míos, un hecho sin parangón. ¡Ha vuelto la Campos!

Sí , vaya, Rufus no ha descubierto América precisamente, para esto no necesitaba ni barcos ni huevos… Chistes fáciles no, y menos en este blog, donde prima el buen gusto, la prosa sencilla, el charlar cálido y un buen rollo de cojones. Digo que ha vuelto la Campos, sí vale, muy anunciado y con rimbombancias de todo tipo. Jacarandas, vuelve la reina (destronada) de las mañanas (que ya no son lo que eran). Y vuelve doña Campos, Teresina “la Malagueña”, con la pretensión de presentar tele de verdad, seria y de compromiso. Y ahí que me la encuentro esta mañana, en “La mirada crítica”, esperando la visita de Mr. Crisis… es decir, Zapatero, que no quiero que esto se me llene de “copeteros” buscando refugio intelectual y munición conceptual.

Yo, no puedo evitarlo, me ha dado por reírme. La Campos se ha convertido en la buena mujer, la Maruja ideal, la perfecta vecina de peloteo superfluo que un buen día te alaba el corte de pelo, y al siguiente te pone de vuelta y media porque tu hija lleva un piercing en el labio, y todos saben que la gente así lo hace por malos motivos, ya sabes, es cosa de guarrillas. En fin, que no puedo evitarlo: me espero que aparezcan Coto Matamoros o Paco Valladares (joder, vaya comparación, pero peor hizo ella mezclándolos en ese formato mañanero que llamaba programa). Total, que como esperaba enterarme de lo último de la duquesa de Alba, los amores de Fran Rivera o las ultimas andanzas de Casiragi (yo lo escribo asi, sin haches intercaladas, para hacerlo más como de la plebe) pues me ha sabido a poco.

En fin, mis queridos hijitos, que vivir para ver. Sobre todo vivir, aunque cada día vivir está más caro. Y mañana… ¡hablaremos del Gobierno!