martes, marzo 13, 2007

Frases lapidarias


Últimamente estoy haciendo uso con bastante frecuencia del transporte público. Ya se sabe, esos medios que nos llevan donde queramos pero cuando a ellos les sale de los horarios, porque una línea de autobuses es dificilísima de gestionar. Que nosotros creemos que basta con calcular el tráfico, la distancia y la afluencia de pasajeros para decidir qué línea debe disponer de más o menos vehículos pero los simpáticos señores que ofrecen el servicio están por encima del pensamiento racional. En fin, no quería yo despotricar de estas cosas, que tratándose de Murcia puede ser empezar y no terminar nunca, y yo tengo cosas que hacer (aparte incluso de no hacer nada, una de mis aficiones favoritas y que, mal que me pese, necesita tiempo y dedicación).

Hace unos días, viajaba en el lado del sol del autobús… porque a estas alturas ya no hago cálculos sobre en que lugar ponerme: donde me ponga dará el sol, y no hay ninguna ley natural que aún me haya demostrado lo contrario. Pues bien, dos señoras de avanzada edad estaban delante de mi, cada una en su sillón (que se las veía modernas pero no tanto). Y una de ellas se lamentaba a la otra:
- Es que se ha muerto mi hermano… y mi cuñada… y claro, eran más jóvenes que yo (que mala es la envidia).
A lo que su amiga… entiéndase, amiga con todas las reservas, contesta con intenciones aviesas:
- Sí, sí, claro… Eso lo dices porque este año se está muriendo gente que no se había muerto nunca. Anda queeee

Lapidaria, nunca mejor dicho, y muy cruel. No sé, eso de animar mediante la depresión, pues todavía es una teoría demasiado nueva de la psicología moderna de mesa camilla y, claro, no está demasiado desarrollada. Pero ella lo dice y se queda tan ancha. Y la otra la mira, sonríe y piensa que aún tiene esperanza. Porque uno no se muere hasta que se muere, y si se ha muerto antes gente más joven pues igual es porque te has vuelto inmortal de repente. De ahí pasaron a hablar del precio de los tomates, tema en el que prefiero no entrar porque no quiero deprimir a nadie con algo tan dramático.

2 comentarios:

LOLA GRACIA dijo...

Ayyyy si es que la gente hablamos de lo divino y lo humano y a veces formamos disparates

Rufus T. Firefly dijo...

Es que además la muerte es algo delicado. Toda la vida esperando ese momento, y si encima te sale mal no puedes repetir la toma. Por lo tanto lo mejor es disfrutar al máximo y quererse mucho. Como dijo Woody Allen:

"Y del amor, ¿qué puedo decirles? Lo importante no es la cantidad sino la calidad. Claro que si la cantidad es inferior a una vez cada ocho meses yo me lo pensaría".